From a Whisper to a Scream

Lo bueno de tanta lluvia es que deja increíblemente limpia la atmósfera de Granada. Las gotas de agua han arrastrado esos miles de millones de partículas que viciaban el aire, y sin ellas, al fin se pueden definir bien los contornos, los colores y las formas, las luces brillan más fuerte y al fondo, el horizonte se ve más nítido que nunca.

Eso es lo que veo desde mi ventana y, por suerte, también en mi vida.

Hay una cierta satisfacción narcisista cuando una noche al irte a la cama, repasas el día y piensas: ... por fin estoy haciendo bien las cosas. Entonces se pone en marcha ese fenómeno de retroalimentación superpositiva que te impulsa a seguir haciéndolo, y no sólo (con tilde) eso, sino que también empiezas a querer superarte. Y es cuándo empiezas a pulsarte a ti mismo y te exiges más y más y más... Hasta que llega un día, ese día, en el que ya sientes que no puedes más. Estás hecho polvo. Pero aún no es el momento. La verdadera carrera acaba de empezar. Those were only warming-up exercises.

Pero (cuándo sino) ahora es el momento de caer. De equivocarse, de rendirse, de enfadarse y mandarlo todo a la mierda, de perder la esperanza, la calma y hasta el pelo. De dudar. Porque, en realidad, we are just growing up.
Y, sin duda, también es el momento de volver a intentarlo.

Aunque en realidad, nos guste o no, en esta etapa de nuestra vida, tenemos que olvidarnos del "grow up" para concentrarnos en el "grow into". Sí, ya sé que tengo 25 años... ¿y qué? ¿Alguien tiene el manual de la madurez? I am supossed to be a man... I am a man! Ya hay un plan. Más bien, una idea. Pero está tan clara, que sin darme cuenta se está extendiendo, como un virus, cambiando poco a poco mi vida y sin duda, mi futuro. Y sobre todo, me ayuda a sacar fuerzas de dónde casi no las hay. Here I go!