20 marzo, 2011

The Taste of Regret

"[...]

Creo que fue en el momento en el que la sangre comenzó a fluir dentro del tubo cuando me di cuenta de la acojonante posibilidad de dar positivo.

Y el recuerdo de Álex me invadió en ese instante con más fuerza que nunca. Mucho más intensamente que cualquier día de los últimos 8 meses que habían pasado desde aquella última mañana en el Desafinados.

No había vuelto a saber nada de él. Ni siquiera lo había intentado. No sé si era vergüenza lo que me lo impedía, o miedo. Si lo pienso fríamente, sí, fue miedo, miedo a volver a mirarle a los ojos y reencontrar esa sombra de dolor que pude entrever aquel día. No quería sentirme responsable de eso.

Sin embargo, varias veces cada día pienso en él. Y en cómo fui tan estúpido para no valorar lo que tenía y hacer lo que hice.

[...]"


"Time is going by so much faster than I, and I starting to regret not telling all of this to you."

Recién llegado del pueblo, con la maleta a medio deshacer. Cansado, pero despejado.
Nada mejor que un par de días de aceituna y pasar tiempo con la familia para cansar al cuerpo y despejar un poco la mente.
Nada mejor que muchas horas de solecito y buen tiempo para pasear y correr (y charlar a la vez) en buena compañía.
Nada mejor que kilos y kilos de carne, morcilla, longaniza y litros de vino y cerveza para compartir un fuego, llenar el estómago y mejorar el ánimo, echar unas bromas y muchas risas.

Nada mejor que volver a la estabilidad de casa para poner de nuevo la balanza en equilibrio.


No hay comentarios:

Publicar un comentario