24 marzo, 2011

Closer...

"[...]

No es por que seas tú... es porque ninguno sois él.

Me miras y te miro. Sonreímos. Nos desplazamos por el local sin perdernos de vista, bailando discretamente desde lejos solamente con nuestras miradas.
Jugamos.
Cuando llega el momento dejo de mirarte.
No me conoces, pero ya me echas de menos.
Noto como tu mirada se clava en mi espalda. Puedo sentir desde aquí tu imaginación deslizarse sobre mi piel mientras yo sigo el ritmo de la música... Durante la próxima media hora, tú ya no existes.

Voy hacia ti. Me gusta tu cara de situación al verme venir de frente, así que sonrío. Ya hay poco más que decir.

Piel con piel. Batalla campal entre sábanas de algodón.
Te beso con dureza hasta notar el sabor metálico de tu sangre. Comienzo a morderte suavemente en el cuello mientras mis manos exploran cada matiz de tu cuerpo, adivinando sin esfuerzo dónde tocar, cómo acariciar y hacia dónde continuar. Éste es mi territorio.
Relajo el ritmo y te envuelvo en un abrazo, besándote con más cariño. Los labios, los ojos, la cara, el cuello... Teniéndote aquí, jadeante, con los ojos entrecerrados, rodeándome con tus piernas, descubro que ni así puedo borrar de mi mente una mirada, unos ojos llenos de dolor que desde esta mañana me queman el alma.

Susurras: "Sigue, por favor..."
Y con cada movimiento de mi cuerpo retumba su nombre en mi cabeza.

Álex...

[...]




Hay personas que son auténticos fenómenos naturales: tornados, terremotos, volcanes.
Yo intento ser como el mar. Voy y vengo, arañando la superficie, cambiando poco a poco el recuerdo que tienes de esta playa.

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